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Criterios ambientales
Los criterios ambientales en nuestras compras, o el también llamado consumo ecológico, es quizás el aspecto más conocido del consumo responsable.
El consumo ecológico se puede plantear desde diferentes puntos de vista:
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Criterios de ahorro. Reducir el volumen de nuestras compras
Consumo responsable es consumir menos. El ciudadano puede convertir, de esta manera, su capacidad de compra en un importante instrumento de presión al ejercer la libertad de no consumir un producto, de prescindir de determinados bienes, y de acabar con algunos de los comportamientos compulsivos del consumidor, implantando nuevas pautas de conducta que van a influir en el ciudadano y en las empresas productoras de los bienes y servicios.
El criterio de ahorro es el más importante a tener en cuenta en todos nuestros actos de consumo. En el momento de realizar la compra nos debemos preguntar si el consumo que vamos a realizar nos va a satisfacer realmente una necesidad o deseo o, por el contrario, lo hacemos compulsivamente.
Para reducir el consumo, hay que hacerse una serie de preguntas a la hora de comprar: ¿Necesito lo que voy a comprar? ¿Quiero satisfacer un deseo? ¿Estoy eligiendo por mi mismo o es una compra compulsiva? ¿Cuántos tengo ya? ¿Podría pedirlo prestado a un amigo o a un familiar? ¿Puedo pasar sin él? ¿Tengo ganas de hacerlo?
Pero también hay que tener en cuenta el uso que se va a realizar del bien comprado, el tiempo previsto de duración y si se va a poder mantenerlo, limpiarlo o repararlo fácilmente. De esta manera, se tiene que tener en cuenta la durabilidad de los productos.
Además, se pueden poner en práctica otro tipo de modelos de consumo que, por sus características, suponen un consumo más responsable: compra de segunda mano, intercambio o consumo por varias personas del mismo bien, trueque, reutilización, etc.
La Huella ecológica
Estimaciones actuales de Naciones Unidas muestran que nuestro planeta, como resultado de la sobreexplotación del suelo y la deforestación, pierde cada año una superficie de tierra fértil similar a la de Irlanda. Los datos del Fondo Mundial para la Vida Silvestre muestran que la huella ecológica de un ciudadano medio en el mundo es de 2,5 hectáreas. Eso supone un 40% más de lo que es sostenible.
La “huella ecológica” es un indicador que calcula el área de suelo ecológicamente productivo (cultivos, bosques, pastos...) que cada persona, ciudad, región o país necesita para obtener todos los recursos que consumimos (agua, energía, materiales, alimentos...) y el espacio que se necesita para asimilar los residuos que se generan (basura, emisiones de C02...).
En España, la huella ecológica supone 4,65 ha. Y en Perú, tan solo 1,2 ha: Esto nos indica claramente que la distribución del consumo está seriamente desequilibrada.
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El ahorro de los recursos naturales: agua y energía
Desde que nos levantamos de la cama cada mañana nuestras actividades humanas están produciendo consumos de recursos naturales y están implicando determinadas consecuencias sociales y ambientales en el Planeta.
No olvides que consumir no sólo es comprar. También consumimos en nuestro hogar y en la actividad diaria: por ejemplo el consumo energético, el consumo de agua, el modo de transporte. Piensa que tan sólo apagando los electrodomésticos que dejamos en stand by en nuestro hogar, reduciríamos el consumo eléctrico en un 3%.
Reducir, Reutilizar y Reciclar
Nuestra capacidad como consumidores se convierte una vez más en la herramienta principal para introducir prácticas y alternativas que minimicen la explotación de los recursos naturales y supongan una reducción en la generación de los residuos. Si tenemos en cuenta nuestras compras habituales comprobaremos como muchos de los productos que adquirimos se convierten en un residuo tras un solo uso. Otros generan varios tipos de residuos que, en ocasiones, suponen un volumen superior al del producto que vamos a utilizar.
¿Cómo reconocer un producto ecológico a la hora de comprar?
Los criterios ambientales en la compra de determinados productos deben tener en cuenta el enfoque del ciclo de vida, que analiza los impactos ambientales de un producto desde la utilización de las materias primas de las que está compuesto hasta la gestión de los residuos, con el objetivo de minimizar sus impactos negativos para el medio ambiente.
“Un producto ecológico es aquel que tiene un menor impacto en el medio ambiente durante todo su ciclo de vida, que cumple la misma o mejor función que un producto no ecológico y que alcanza las mismas o mejores cuotas de calidad y de satisfacción para el usuario”.
Las etiquetas y certificados ecológicos sirven para que el consumidor distinga los productos que cumplen mayores exigencias ambientales.
Para más información vista el apartado de etiquetado ecológico |
Criterios ambientales generales que puedes tener en cuenta en la elección de un producto.
En cuanto a las materias primas del producto (conservación de recursos y bajo impacto de los materiales).
En cuanto al proceso de fabricación y distribución del producto (producción limpia, reaprovechamiento de componentes de productos en desuso).
En cuanto al uso del producto (eficiencia, minimización del consumo de productos auxiliares, prevención de la contaminación y durabilidad de los productos).
En cuanto al fin de la vida útil del producto (empleo de mono-materiales y materiales compatibles para facilitar el reciclado, fabricación modular fácil de desmontar, identificación de materiales difíciles de reconocer mediante códigos).
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El texto nos indica criterios y actitudes para llegar a
ser un consumidor responsable, sobretodo desde un
punto de vista ambiental.
Una vez acabada la lectura del texto, hacer las siguientes cuestiones:
• ¿Qué criterios ambientales se indican en el texto?
• ¿Cuál de ellos te parece más importante?
• ¿Cómo puedes reconocer si un producto es ecológico
Leer el siguiente texto y realizar un resumen con la información que consideres más importante
Tóxicos ambientales
Los tóxicos ambientales son las sustancias introducidas en el medio ambiente que causan un efecto en los seres vivos y en el medio ambiente, o que si bien no causan un efecto directo tienen la capacidad potencial de causarlo.
Para nosotros ésta es la mejor y más amplia definición de lo que es un tóxico ambiental.
Cuando hablamos de tóxicos ambientales solemos imaginar humos y gases, es la imagen más típica que todos tenemos de un tóxico ambiental. Pero la realidad es que los tóxicos ambientales podemos encontrarlos en las aguas y la tierra ya sea o no de cultivo. Muchos de ellos tienen la característica de su alta permanencia o persistencia y de transmitirse a través de la cadena trófica hasta llegar a nosotros. También en algunos casos tienen carácter acumulativo.
Se pueden clasificar de muy diversas formas, atendiendo al tipo de estudio o necesidades que se requieran específicamente. Estas son algunas de sus posibles clasificaciones:
- Por su estado físico: Sólido, líquidos o gaseosos.
- Por su órgano blanco (Diana): Hígado, riñón, pulmones, corazón, etc...
- Por su potencial tóxico: Ligeramente tóxico, muy tóxico, extremadamente tóxico, etc…
- Por sus efectos específicos: Mutagénicos, teratogénicos, cancerígenos, etc…
- Por su constitución química: Inorgánicos, Orgánicos.
Los efectos en la salud de los diferentes tóxicos ambientales dependerán de la dosis, del tiempo de exposición y de otros factores específicos de cada persona, puesto que no todo el mundo reacciona de la misma manera ante una misma exposición.
En la actualidad la mayor parte de la población mundial, tanto en los países desarrollados como en los países en vías de desarrollo, está expuesta a altos niveles de tóxicos ambientales, tanto es así que, en octubre de 2013, la OMS clasificó el aire contaminado como un cancerígeno humano dentro del Grupo 1, tras analizar y revisar a literatura científica más reciente que evaluaba la carcinogenicidad de la contaminación atmosférica.
Por otra parte el crecimiento de las llamadas enfermedades ambientales o enfermedades emergentes, como la sensibilidad química múltiple SQM, están haciendo saltar las alarmas sanitarias, ya que la magnitud del problema puede superar cualquier previsión establecida.
Es muy importante tomar consciencia de que no es necesario estar expuesto de forma especial sino que la exposición cotidiana es tóxica y nos acarreará más tarde o más temprano problemas de salud.
Los principales elementos en los que nos centraremos en un estudio de salud geoambiental son:
Definiendo los niveles de estos factores podemos diseñar soluciones eficaces para la mejora de su entorno, reduciendo su exposición y disminuyendo por tanto el efecto en la salud ya sea a nivel preventivo o paliativo.